La patronal esmaltera española e italiana velarán por los intereses del sector ante las autoridades europeas
Las asociaciones española e italiana de fabricantes de fritas, esmaltes y colores cerámicos, ANFFECC y CERAMICOLOR, han mantenido su tradicional reunión en Cersaie. Se han mostrado preocupados por la crisis de demanda, la situación geopolítica y la descarbonización del sector
El presidente de ANFFECC, Fernando Fabra, y el secretario general de la Asociación de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos, Manuel Breva, se reunieron esta semana en CERSAIE con el presidente de la asociación italiana homóloga, Ceramicolor, Pierluigi Ghirelli. En el encuentro, que se ha convertido en una tradición anual durante la feria CERSAIE, se abordaron temas de actualidad que afectan a ambas industrias, con el objetivo de presentar una postura unificada ante las autoridades europeas.
Uno de los temas principales fue la caída de la demanda en el sector cerámico, provocada por la crisis energética de los últimos dos años y agravada por la compleja situación geopolítica internacional, con conflictos en Europa y Oriente Medio. Además, la incertidumbre en torno a la política estadounidense y la reacción de la economía china, junto con la creciente producción cerámica en países como India a precios significativamente más bajos, han impactado negativamente en el comercio internacional, llevando a una disminución en la producción global.
Para contrarrestar esta situación, las empresas están enfocándose en la I+D+i como estrategia diferencial frente a la competencia fuera de la Unión Europea. Otro tema de gran preocupación es la descarbonización, con miras al cumplimiento del Pacto Verde Europeo y los objetivos 2030. ANFFECC ha destacado su participación en el proyecto H2frit, subvencionado por la Generalitat Valenciana, que investiga el uso de hidrógeno como combustible en la producción de fritas cerámicas. Este proyecto, iniciado en octubre del año pasado, avanza satisfactoriamente y busca fomentar la transferencia de conocimiento dentro del sector.
Finalmente, tanto ANFFECC como Ceramicolor han puesto de manifiesto que hay que valorar los estándares de producción de la industria española e italiana pues, en ambos países, “se cumple la normativa nacional y europea, tanto de protección medioambiental como de índole administrativa, mucho más estricta que en países competidores que producen en otras áreas del mundo”.
Por ello insisten en que la industria europea “está dispuesta a hacer un esfuerzo, pero hay que velar por la rentabilidad y la competitividad, y para ello es necesario que los compromisos a asumir sean equilibrados y acordes a la tecnología existente, y que la UE proteja a estos sectores para que permanezcan generando valor y empleo en Europa, sin exigencias imposibles de cumplir y que aboquen a la deslocalización, como ya está ocurriendo”.