El pleno ordinario de la Diputación de Castellón celebrado hoy ha aprobado una declaración institucional respaldada por todos los grupos en la que se solicita al Gobierno de España "la suspensión de la tramitación del proyecto para el establecimiento de una planta solar fotovoltaica denominada ‘Magda’ en el territorio de la provincia de Castellón". Se rechaza de esta manera una infraestructura que «tendría impacto en el conjunto de la provincia» y que afectaría de forma directa a los municipios de les Coves de Vinromà, Vilanova d’Alcolea, la Torre d’en Doménec, Benlloc, Alcalà de Xivert, Torreblanca, la Vall d’Alba, Cabanes, Vilafamés, Sant Joan de Moró, Borriol, Castelló de la Plana y Almassora, por ser los que albergarían la planta y las líneas de evacuación.
Se prevén instalar más de 250.000 placas fotovoltaicas, que recorrerían 13 municipios, ocupando casi 500 hectáreas. El problema por el que causa malestar entre las poblaciones de la zona es que podría dañar el paisaje y afectar a la agricultura.
Algunos empresarios del sector hostelero y turístico también se posicionan en contra porque consideran que de llevarse a cabo podría reducir la llegada de visitantes.
Vecinos y ecologistas recuerdan que no están en contra de las energías renovables, sino que piden una ubicación racional de estas instalaciones que respete el entorno.