La patronal del azulejo, ASCER, protesta contra el anteproyecto de ley que obliga a todas las empresas que venden energía, como es el caso de las cerámicas, a financiar los 7.000 millones destinados cada año a las renovables, la cogeneración y la valorización energética de residuos.
Los azulejeros aseguran que el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico es un nuevo "mazazo" en la factura energética de esta industria que a pesar de la crisis sanitaria mantiene la economía. Esta aportación, dicen, podría suponer un sobrecoste energético de 213 millones de euros en cinco años para el sector cerámico, cuestión que podría llevar al cierre de muchas empresas que ahora sufren además, de la falta de liquidez.
Según ha indicado ASCER en un comunicado, el fondo "torpedea" la competitividad de la industria cerámica española frente a los socios europeos y de fuera de la Unión, especialmente con una coyuntura como la actual. Además, implica un sobrecoste para el sector sin ofrecer nada a cambio, cuando el sector ha puesto de manifiesto el "deficiente" estado de las redes y el "excesivo" coste de la energía frente a sus competidores. Así, dicen los fabricantes de azulejos, un 90% concentrados en la provincia de Castellón, que no sólo no se ponen medios para mejorar el sistema, sino que, además, se pretende pagar más por el mismo sistema deficiente.