La Policía de Alicante desmantela un macro laboratorio de éxtasis, la mercancía supera los 100 millones de euros
Hay 12 detenidos que actuaban en casas de campo de Altea y Sueca, de ahí el nombre de la operación "Chamizo"
Alicante |
En una operación de la Policía Nacional denominada "Chamizo" y desarrollada en las provincias de Valencia y Alicante; los agentes han desmantelado “uno de los macro laboratorios de producción de éxtasis más grandes de España”.
Hay doce detenidos de nacionalidad marroquí, holandesa y española por su relación con la producción de anfetaminas, a los que se les imputan los delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.
La investigación comenzó en octubre
La Comisaría de Benidorm tuvo conocimiento de la existencia de un entramado asentado en la zona dedicado a las drogas de diseño.
Esto llevó a los agentes a sospechar de dos individuos que frecuentaban una casa de campo de Altea -de ahí el nombre de Chamizo para la operación- con un trasiego inusual del resto de los detenidos, con garrafas y un fuerte olor a químico.
Como la casa está en una zona aislada y boscosa, intentaron pasar desapercibidos, teniendo en cuenta la magnitud de las cantidades que eran capaces de producir.
El responsable de estupefacientes de la Comisaría de Benidorm, Víctor Galvañ, ha explicado que "la mercancía incautada podría superar los 100 millones de euros en el mercado".
En Sueca estaba el laboratorio
La investigación se extendió también al municipio valenciano de Sueca, donde estaba el laboratorio y donde los agentes detectaron movimientos similares en otra casa de campo.
Allí se han producido las primeras detenciones a mediados de enero, "cuando la Policía tuvo que abandonar los seguimientos y precipitar la operación" porque los investigados detectaron su presencia y "emprendieron la huida en un vehículo, con el que intentaron atropellar a los agentes" y en el que transportaban una parte de la anfetamina producida.
Los residuos los tiraban en el campo
En cinco registros, cuatro en Altea y uno en Sueca, se han intervenido 1.900 kilos de cristal, 1.000 litros de precursores para éxtasis y otros 1.000 litros de residuos químicos que arrojaban al campo, por lo que también están imputados por un delito contra el medioambiente.