suceso

Muere un matrimonio en una playa de Alicante, él de un infarto y ella al socorrerle

É ha muerto de un infarto y poco después ella al entrar en parada cardiorrespiratoria por el estado de 'shock' al socorrer a su marido.

EFE

Madrid |

Imagen de archivo de una playa de Guardamar de segura | Europa Press

Un matrimonio octogenario, veraneantes procedentes de Madrid, ha fallecido este jueves en una de las playas de Guardamar del Segura (Alicante), primero él de un infarto y poco después ella al entrar en parada cardiorrespiratoria por el estado de 'shock' al socorrer a su marido.

Fuentes sanitarias y municipales han informado a EFE de que este triste suceso ha ocurrido poco después de las 10.30 horas en la playa urbana Centro cuando el hombre, de 87 años, sufrió un infarto mientras estaba en el agua y quedó flotando.

Su esposa, de 85, se percató de lo que ocurría en una jornada de bandera verde y entró al agua a auxiliarlo, pero al comprobar que su marido no respondía, entró en shock y también en parada cardíaca.

La pareja fue asistida en un primer momento por los servicios de socorrismo de Cruz Roja y posteriormente por una ambulancia del SAMU y del Soporte Vital Básico pero las maniobras de reanimación RCP no dieron resultado positivo porque ya habían fallecido, según el Centro de Información y Coordinación de Urgencias de la Generalitat (CICU).

Cinco personas fallecidas en estas playas desde que comenzó el verano

Cinco personas han fallecido en las playas de Guardamar del Segura desde que comenzó la temporada de baños, el día más trágico el 7 de junio cuando un hombre de 46 años, polaco, y otro de 52, británico, murieron ahogados en la playa de La Roqueta después de entrar al mar para socorrer a un grupo de bañistas, con algún menor, que inicialmente no podía salir del agua por las corrientes. Un día antes, otro varón, de 68 años, también falleció en la misma playa.

Las de Guardamar del Segura son playas especialmente peligrosas los días de levante por ser muy abiertas y formarse sin previo aviso unas corrientes hacia el interior en varios de sus puntos, lo que en la población se conoce como 'canales', que dificultan sobremanera el regreso a la arena.