situación crítica

El cultivo de cereal en Alicante a punto de desaparecer por la extrema sequía

👉Los agricultores temen que este año no recogerán nada, ya que debido a la falta de agua las semillas no han germinado

Pepe Requena

Alicante |

Debería verse una masa verde pero hoy la planta apenas ha crecido por la falta de agua | ASAJA Alicante

Un dato muy revelador de lo que está pasando en el cereal de secano del interior de la provincia es que la superficie cultivada ha pasado de 6.800 hectáreas en la campaña 2021/2022 a tan solo 1.355 en la (2022/2023). En la anterior la planta prosperó, pero acabó quemándose por el calor; ahora ni siquiera ha enraizado por estar el terreno extremadamente seco.

Por ello este motivo, la sectorial de cereales de ASAJA Alicante pide a la Consellería de Agricultura un plan de supervivencia para los cultivos de secano, que pueda paliar los efectos de la extrema sequía en la provincia de Alicante y evite el abandono masivo. “Nos encontramos ante una situación caótica, los cereales se están cultivando a pérdidas y sabiendo que no van a salir adelante” lamenta el presidente de ASAJA Alicante, Jose Vicente Andreu. El cereal necesita ayudas por la ausencia de lluvias, de lo contrario el abandono será una tendencia al alza de cultivos tan importantes, con sus respectivas consecuencias.

Por segundo año consecutivo, la cosecha del cereal en la provincia prevé unas pérdidas de más del 90 por ciento de lo cultivado. “Tendremos una cosecha casi inexistente porque no ha llovido nada”, revela el responsable de la sectorial de cereales de ASAJA Alicante, Ricardo Ferri, quien explica que la campaña de este año será peor que la anterior.

El año pasado, por estas fechas las matas del cereal ya habían enraizado, aunque debido a las altas temperaturas se terminó quemando. Sin embargo, este año, el terreno se encuentra mucho más árido y la planta no ha terminado de enraizar bien. Las zonas más afectadas por la extrema sequía son l’Alcoia, Castalla, Onil y alto Vinalopó.

Consecuencias del abanono de tierras

El abandono de cultivos de cereal conlleva graves consecuencias entre las que destacan la pérdida del nivel adquisitivo y económico de la provincia, la destrucción de cientos de puestos de trabajo y la pérdida de la soberanía nacional por el desabastecimiento de cereal local en Alicante.

El cereal es el primer compuesto del que se fabrican los piensos para ganado, por lo que un cereal importado conlleva una dependencia comercial y países terceros podrían fijar los precios de la harina, y productos de ganadería como la carne. Además, los los Seguros Agrarios no cubren ni un 40 por ciento de las cosechas, y las indemnizaciones son insuficientes para cubrir los gastos del agricultor.

Falta de lluvias y terrenos áridos

La provincia de Alicante se encuentra ante un desastroso déficit hídrico pues no ha llovido prácticamente nada desde febrero: en las zonas con mayor tendencia de precipitación no se han alcanzado los 30 litros por metro cuadrado y en las zonas más secas se han quedado en apenas 10 litros.

Unos datos alarmantes pues para que el terreno se encuentre en condiciones cultivables tendría que haber calado al menos 50 litros por metro cuadrado. Por todo ello, los campos de cereal disponen de semillas que no han nacido ni enraizado.

A principios del mes de mayo se preparan los terrenos para el girasol, sin embargo, los cerealistas advierten que ante la ausencia de lluvias durante el próximo mes, la previsión para para este cultivo seguirá la misma tendencia desastrosa que el resto de los herbáceos.

A todo ello, se le suma la amenaza de muflones y arruís que acechan los terrenos cultivados, para alimentarse de las pocas espigas que consiguen prosperar, acabando con el cultivo.