SALUD

Un tratamiento liderado por el hospital 12 de Octubre reduce la mortalidad del ictus

Cada año mueren en Europa 650.000 personas por esta enfermedad, 40.000 de ellas en España.

ondacero.es

Madrid | 21.06.2023 18:09

Doctora con una paciente | Freepik

El tratamiento para el ictus isquémico liderado por el Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) reduce la mortalidad del ictus del 8 al 15%.

La revista científica JAMA ha publicado los resultados de la fase clínica que de muestran que al administrar el fármaco neuroprotector (ApTOLL) en las seis horas siguientes al inicio del ictus y en combinación con un tratamiento endovascular "es seguro y se asocia a una reducción de la mortalidad y de la discapacidad a los 90 días". Además, también disminuye el volumen final del infartos y la gravedad del ictus a las 72 horas de producirse.

"Resultados espectaculares"

Ignacio Lizasoain, investigador del hospital universitario 12 de octubre, ha informado que es un fármaco que nació en el ámbito académico y que tras 15 de años de investigación ha llegado a su fase clínica "con resultados espectaculares". También comenta Lizasoain que "rompe con una historia fallida de fármacos cerebroprotectores".

Afirma el investigador que este fármaco supone un nuevo tratamiento para la fase aguda del ictus y para la prevención de sus complicaciones, como la transformación hemorrágica. Además, también podría usarse en otras enfermedades como el infarto agudo de miocardio o la esclerosis múltiple.

Los resultados publicados son de un ensayo clínico en el que se evaluaron a más 150 pacientes que presentaban este tipo de ictus. El estudio ha reunido a más de 14 hospitales españoles y francesas y fue coordinado por el hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Cada años mueren en Europa 650.000 personas a causa de esta enfermedad, 40.000 en España siendo la primera causa de fallecimiento en mujeres y la tercera en hombres. El ictus puede provocar invalidez permanente y es la segunda causa de demencia después de la enfermedad de Alzheimer.