Según informa la Dirección General de la Policía, los agentes han detenido a otra cuarta persona que realizaba labores de contravigilancia en una parada de autobús próxima desde la que avisaba a sus compinches de la presencia policial.
La intención de los atracadores, con antecedentes en Málaga en este tipo de delitos, era esperar a la llegada del primer empleado de la sucursal para obligarle, a punta de pistola, a abrir la caja fuerte y si, durante el tiempo que tardaban en obtener el botín, cualquier ciudadano intentaba acceder al banco, le retenían.
El grupo estaba especializado en la técnica del butrón, consistente en realizar en las paredes, el techo o el suelo un agujero de suficiente envergadura para permitir el paso de una persona desde el local colindante en el que se ocultaban.
Los detenidos, de entre 22 y 34 años, habían sido rastreados por los investigadores desde Málaga ante la posibilidad de que perpetraran un robo a alguna sucursal bancaria de la geografía española, motivo por el cual les siguieron hasta Madrid.
De este modo, el dispositivo desplegado por los agentes permitió detener a los sospechosos instantes antes de que cometieran el robo en la zona norte de la capital.