Tres años de Laporta
Este 7 de marzo se cumplen tres años de la llegada para el segundo mandato del actual presidente del Barcelona, Joan Laporta.
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Es cierto que llegó en uno de los momentos más delicados, por no decir el más delicado, en la historia del Barcelona. Desde luego, el más comprometido de la era moderna de los 125 años de historia del club. tenía el bagaje y la experiencia de un primer mandato en el que en el capítulo deportivo hubo muchísimos éxitos que avalaron que la masa social se decantara por ofrecerle una segunda oportunidad para volver a reverdecer viejos Laureles. Ganó con un respaldo popular importante y género esa ilusión necesaria en otro momento de depresión Barcelonista. Llegados a este punto, de mitad del mandato la sensación es de que el club no ha mejorado, no ha evolucionado y no ha comenzado a salir del atolladero.
En líneas generales podríamos decir que la aporta no ha cumplido con las expectativas y no ha recuperado la ilusión de los seguidores. Habría que ir analizando aspecto por aspecto para valorar en qué punto se encuentra el club y en un cómputo global difícilmente se podría aprobar a Laporta viendo cómo recibió el club y como lo tiene ahora mismo.
Prácticamente no se ha recuperado ningún aspecto y en casi todos la situación, sigue siendo preocupante.
Capítulo al margen, habría que dejar el tema del Estadio en donde, de momento, la sensación es de que las cosas van por su camino y cumpliendo , parece ser las plazos y las expectativas. Este es un aspecto muy importante de cara al futuro del club, pero falta por ver qué coste final tendrá, a qué precio y cómo acabará todo. Ahí hay mucho en juego.
Si nos vamos a las distintas parcelas del club vemos que en todas hay graves problemas. La que más gusta e interesa es la deportiva que mueve normalmente a todo el resto de la institución. Consiguió la liga pasada con brillantez y una gran Supercopa con Xavi Hernandez, pero salvo el crecimiento de los canteranos, que ya estaban en el club, la plantilla por causa se económicas no es lo competitiva que debería tener el primer equipo del Barcelona. Se han fichado por imaginación o conseguido por cesión Algunos jugadores, pero, por ejemplo, no se consiguió retener a Messi en lo que para muchos ha sido uno de los grandes errores de su mandato. Discreto capítulo deportivo, que además atisba a que va a ir a peor en los próximos tiempos con el maldito FairPlay.
Pero donde verdaderamente está el gran problema es en el capítulo económico. No solo no se ha revertido la gravísima situación de la entidad, sino que el agujero sigue creciendo constantemente y día tras día la deuda es más elevada. Se han vendido activos y patrimonio sin regenerar la economía y sin revertir la situación, y cada vez son menos los activos que se pueden vender.
A todo ello hay que añadir los incumplimientos de algunos De los socios que buscó el Barcelona que dejan en entredicho la buena imagen de la entidad. Aquí es donde podríamos decir que peor le ha ido el mandato de Laporta, pero es tan importante este aspecto que puede condicionar, que va a condicionar el futuro del Barcelona, durante la próxima década.
En el capítulo social tampoco es que haya conseguido aunar a los barcelonistas en torno a su figura e incluso da la sensación de que ha cerrado como un coto el club para lo suyos. La marcha de muchos profesionales de enorme prestigio que no aguantaron a su lado y la colocación de familiares y gente a fin es otro de los debes de este mandato, con más oscuros que claros Eso sí, reconociendo la difícil situación que vive la entidad. Aún le queda tiempo para revertir la situación, pero hay muchos detalles que no invitan al optimismo.