Siempre sufriendo
Parece que es el sino de la actual temporada del Barcelona. Sufrir y sufrir partido tras partido sea ante el rival que sea y el la circunstancia que sea y no acabar de cerrar nunca los encuentros hasta los minutos finales.
Catalunya |
Hace prácticamente cuatro meses que el Barcelona no gana por más de un gol de diferencia cuando consiguió en el mes de septiembre doblegar, consecutivamente al Betis y Amberes en liga de campeones. Desde entonces el calvario ha sido constante, la falta de regularidad en los partidos, la inconsistencia en el juego y los errores, en especial en defensa, han condenado el Barcelona a marcadores muy estrechos y victorias pírricas con el desgaste que conlleva. Ayer parecía que era el día adecuado para marcar diferencias suficientes, no sufrir y acceder a la siguiente ronda de la Copa del Rey, con relativa tranquilidad, pero ni por esas, después de un buen arranque de partido, dicho sea de paso, con una enorme actitud de salida y con ganas de sentenciar la eliminatoria, como viene siendo recurrente, acabó con el marcador apretado y sufriendo hasta el silbatazo final.
Ya había advertido Xavi Hernandez, de que en el partido de ayer en el municipal de Barbastro el Barcelona tenía mucho que perder y poco que ganar.
Todo lo que no fuera una victoria, contundente y un triunfo sin paliativos, enseguida, provocaría mucho ruido e inestabilidad en la llave, por sí insegura marcha del equipo.
Al fin el Barcelona salió con la actitud adecuada para afrontar el partido desde el silbatazo inicial e hizo una muy digna Primera parte. Solo la falta de precisión en el último pase y de acierto de cara al marco contrario impidió irse al descanso con la eliminatoria ya sentenciada, pero es algo recurrente en lo que va de año.
Para colmo, en la segunda mitad del equipo, volvió a dejarse ir y permitió que los barbastrenses se metieran en el partido y se les subieran a las barbas. Y eso que el técnico del Barcelona puso un 11 titular muy reconocible e incluso jugaron todos los futbolistas del primer equipo que habían viajado hasta tierras oscenses.
Está claro que al equipo le falta seguridad y le falta regularidad a lo largo de los partidos. No ha hecho un partido completo desde hace mucho tiempo y siempre deja errores que meten al rival en los choques y le dan más problemas de los que por fútbol debería ser.
Al final se cumplió con el objetivo, con más sufrimiento del debido, pero en un campo incómodo, consiguió el pasaporte a la siguiente ronda y ganó tiempo y crédito para seguir creciendo.
De lo mejor me quedo con la actuación del canterano Hector Fort, que da alternativas en los dos lados de la defensa y que asistió en el gol de Raphinha. El trabajo de Fermín López, que cumplió con creces a lo largo del partido y además abrió el marcador. En lo menos bueno, otra vez más la falta de contundencia y de regularidad en el fútbol y por supuesto la lesión de Iñigo Martínez nada más regresar a los terrenos de juego tras un tiempo de baja. Contrariedad importante para Xavi de cara a lo que se avecina en este mes de enero, empezando por la Supercopa de España en Arabia.