El sector vitivinícola catalán se mantiene fuerte pese a las adversidades
La agencia ACCIÓ, adscrita a la Generalitat de Catalunya y que estudia el mercado y las empresas, ha elaborado un estudio que confirma que el sector vitivinícola genera 3.200 millones de euros de volúmen de negocio, lo que representa un 1.2% del PIB catalán. Además, contabiliza más de 1.300 empresas que forman parte del sector, compañías en su mayoría consolidadas. En 'La Ciutat' hemos hablado con Inma Rodríguez, mánager de inteligencia de mercado de ACCIÓ.
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El sector vitivinícola catalán goza de una buena salud. Es lo que desvela un estudio elaborado por ACCIÓ, agenda que pertenece a la Generalitat y que analiza la salud del mercado y sus múltiples sectores. Las cifras que explican esta buena salud son, por ejemplo, que el sector genera 3.200 millones de euros en volúmen de negocio, lo que representa un 1.2% del PIB catalán. Además, el estudio contabiliza más de 1.300 empresas que forman parte del sector. Empresas que generan 10.500 puestos de trabajo, la gran mayoría (82%) están consolidadas, es decir tienen más de 10 años, y la mitas de ellas se dedican a la exportación.
Una salud de hierro
En 'La Ciutat' hemos hablado con Inma Rodríguez, mánager de inteligencia de mercado de ACCIÓ, que confirma que "podemos hablar de un buen momento del sector. El informe es una actualización de una radiografía que hemos hecho anteriormente, y cuando comparamos los datos con el último cálculo que hicimos el 2016, confirmamos que los datos han hecho evidente un crecimiento, tanto en la creación de empresas como la facturación, que por ejemplo ha sido el doble".
Con todo esto, Rodríguez confirma que "Catalunya tiene una buena posición en el mercado vitivinícola. Catalunya es una gran exportadora de vino y cava. Sobre un 20% de las exportaciones en España son de Catalunya. A nivel internacional no tenemos datos, pero a nivel nacional tenemos la certeza que es uno de los referentes. A nivel mundial, Italia, Francia y España concentran el 50% de las exportaciones de todo el mundo, lo que ya nos deja clara la fuerza que tiene el vino español".
Empresas fuertes y con arraigo
A nivel del tejido empresarial del sector, con estas más de 1.300 empresas, con el 80% consolidadas, Inma Rodríguez recuerda que "un 95.7% son PYMES, y es un dato acorde al tejido empresarial catalán. Hablamos de un sector muy consolidado, con empresas arraigadas, pero que también aporta la otra cara de la moneda: Un 20% de empresas que no se consideran consolidadas son startups, nuevas empresas que vienen a aportar nuevas ideas sobre el mercado, introducir tecnología etc... contribuyen a dar pasos a nivel tecnológico".
Un mundo cambiante
La mánager de inteligencia de mercado de ACCIÓ ha dejado claro que la base del sector vitivinícola sigue siendo la elaboración tradicional, pero recuerda que las empresas no dejan de ir en busca de nuevas tecnologías y también de nuevas tendencias: "Hay una serie de tendencias que están siendo una realidad en el sector. Hemos podido contrastar que hay tendencias, por ejemplo, en cuanto a sostenibilidad. Lo que a nivel social es uno de los principales retos, la sostenibilidad, aquí se plantea como objetivos reales. También hay cierta sensibilización en cuanto a comida y bebida saludable. Y por último la digitalización, que está entrando con mucha fuerza en el sector".
Insistiendo en el factor medioambiental, Rodríguez explica que "cuando miramos las estadísticas de producción en Catalunya, pero también pasa fuera, nos damos cuenta que es un sector un poco volátil en el sentido medioambiental o climático, porque los factores tienen mucho impacto. Por eso las empresas tienen que prepararse para afrontar estos retos. Optimización del agua, sistemas de recogida de agua de lluvia, aguas residuales, tecnología de riego... todo esto son sistemas que, aparte de servir para provocar menos impacto medioambiental, sirven para optimizar procesos, reducir costes y sobre todo estar preparados para cuando las condiciones climáticas puedan ser más extremas, tanto con el calor, con la sequía, como con el frío".
No sólo la tecnología y la sensibilidad medioambiental marcan los objetivos de las empresas del sector vitivinícola, también lo hacen los gustos del consumidor: "Estamos hablando de un sector que, como demuestran los datos, está en crecimiento, pero también está en transición. El crecimiento los próximos años vendrá acompañado de un proceso de adaptación hacia lo que pide el consumidor. Uno de los aspectos que vemos en el estudio es consumidores que piden vinos cada vez con menos alcohol, aquí hay una nueva línea de negocio. También hay innovación en sabores. El otro día en la presentación del estudio pusimos el ejemplo de una empresa norteamericana que está investigando vinos con sabor a Oreo. También se demandan cada vez más vinos ecológicos, o vinos Premium que ofrezcan un carácter y calidad definidas y un arraigo al territorio y tradición. El sector mantiene su tradición y su crecimiento pero en gran parte por los nuevos modelos que se están descubriendo", explica Rodríguez.