El Ayuntamiento de Barcelona ha notificado a las asociaciones que ayudan a personas sin hogar y que habían empadronado a algunas personas en sus sedes que dará de baja estos registros y que prohibe hacerlo. Un anuncio que ha levantado ampollas entre estas asociaciones.
Indignación e incredulidad
Una de estas entidades es la Fundació Arrels. Su presidente, Ferran Busquets, ha asegurado en 'La Ciutat' que "nos preocupa porque se le complicarán muchas cosas a personas que ya pasan dificultades día a día. Tendríamos que darles facilidades en lugar de complicarles las cosas aún más. Si no se pueden empadronar en las sedes, muchas de estas personas pueden tener problemas para hacer los trámites necesarios o recibir notificaciones", lamenta.
En el caso de Arrels tienen "empadronadas a 100 personas, algunas de ellas pueden hacer uso del domicilio fijo, pero otras no. Aparte de nosotros, hay otras asociaciones que también lo habían hecho, así que son más personas".
Uno de los aspectos que más les sorprende a las entidades la prohibición son los tiempos con los que se ha llevado: "Hasta ahora se estaba hablando con las administraciones de cómo solucionar la situación, pero vemos que lo que se ha hecho es acelerar los trámites para tirar adelante esta prohibición cuanto antes. Qué necesidad hay de acelerarlo? El otro día leía que hay 45.000 personas sin domicilio fijo, pero la cifra de personas de la que estamos hablando en este caso es mucho más reducido, es una cantidad razonable. No entendemos el motivo de complicar aún más las cosas", reflexiona Busquets.
Inmovilidad e incerteza
El presidente de la Fundació Arrels explica que, después de esta prohibición, "no podemos empadronar a más personas. Cuesta entender porque a la práctica no supone ningún problema grave, es un registro, una inscripción que además no le supone a la ciudad un gasto en recursos. Entendemos que la administración, con el volumen de gente que hay en Barcelona, tiene que ordenar. Entendemos también que las administraciones sospechen que hay gente de otros municipios que aprovecha para registrarse en Barcelona, pero no se puede entender que no les importe que personas que lo pasan mal lo pasen aún peor", afirma Busquets, que reconoce que "estamos en conversaciones con el Ayuntamiento, pero son hechos consumados. Hay alternativas que se están estudiando, pero nos habría gustado más flexibilidad, es decir la posibilidad de mantener este tipo de empadronamiento mientras se gestionaba la inscripción en otro tipo de padrón".
Ante esta imposibilidad de tumbar la decisión, Busquets explica que las asociaciones "estamos insistiendo para que los trámites se agilicen. Lo que necesitamos es que sea todo más fácil, no hace falta cerrar de golpe la puerta a esta opción cuando no se ha regularizado la otra", pide Busquets. De cara a las elecciones catalanas este domingo, Busquets deja claro que "estaremos pendientes, pero nosotros nunca nos hemos significado políticamente. La única línea roja que ponemos es a los partidos de extrema derecha", aclara Busquets.