El gobierno catalán asegura que ha aceptado el 87% de las propuestas del PSC en materia de salud, energía, derechos sociales o educación. En total, estaríamos hablando de cerca de 5.400 millones de euros. El problema, según la Generalitat, es que ahora los socialistas exigen otros 5.000 millones, 3.000 de los cuales para el 2023. Según fuentes del Govern, es una demanda inasumible ya que habría que "inflar" los ingresos o subir los impuestos.
Otro obstáculo es la ampliación del aeropuerto del Prat, la inversión del Hard Rock en Tarragona o el proyecto de la B-40, inversiones prioritarias para los socialistas. En cambio, la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, asegura que son cuestiones "paralelas" a la negociación presupuestaria.
Los socialistas consideran que todas sus propuestas son "de sentido común, aceptables y razonables" y espera que el gobierno de Pere Aragonès las pueda encajar en el acuerdo que Esquerra ya firmó previamente con los comunes. Tras la reunión de este lunes, los equipos negociadores de ambas partes se volverán a reunir el miércoles y el jueves con el objetivo de poder presentar las cuentas en breve y empezar su tramitación en el Parlament la semana que viene.