Emociones y fútbol

Está claro que la Champions League se lleva la palma de todas las competiciones europeas y que sin ir más lejos en los dos partidos disputados ayer se confirmó que es una competición especial, diferente, genuina y imprevisible.

Porque imprevisible era imaginar que el Modesto equipo del Villarreal logrará noquear al todopoderoso Bayern de Munich a doble eliminatoria y además haciéndolo con justicia. Ya en el partido de ida en el estadio del Madrigal mereció una victoria mucho más holgada para no tener que sufrir hasta el minuto 88 del partido de vuelta en el que consiguió el tanto definitivo de la clasificación.

Este triunfo del submarino amarillo desdice mucho a la superliga y generará de nuevo debates sobre si se debe participar por nombre o por méritos. Desde luego por nombre nadie podría imaginar que el Villarreal a estas alturas volvería a las semifinales de la liga de campeones demostrando que el fútbol español no está tan lejos como algunos pretenden vender de la Premier League del fútbol de élite europeo. Ya son dos de nuestros representantes los que han acudido a la semifinales e incluso lo podrías redondear el Atlético de Madrid.

Si además el Barcelona hace el pleno del jueves ningún país tendrá tantos representantes en semifinales como el nuestro.

Lo del Real Madrid-Chelsea fue una auténtica locura, una eliminatoria apasionante y que viene a demostrar que hoy en día el haber quitado los goles de valor doble en campo contrario provoca una mayor igualdad en todas las eliminatorias y que estas estén mucho más abiertas hasta el final. De lo contrario una victoria holgada fuera de casa y era una sentencia de muerte, pero ahora no, todo puede ocurrir y se ha demostrado que incluso el factor campo cada vez empieza ser menos diferencial. El Madrid sacó ese gen competitivo que tiene y cuando estaba absolutamente muerto y había merecido estar eliminado por el gol anulado a Marcos Alonso y la superioridad exhibida por el equipo londinense durante los primeros 70 minutos, reaccionó como solo los grandes equipos saben hacerlo y es esto un problema para el Chelsea ante un público enfervorecido demostrando porque el Real Madrid tiene 13 títulos en la competición continental.

No era favorito en esta competición y prácticamente víctima casi segura de PSG, y de Chelsea y sin embargo ha noqueado dos de los grandes candidatos dando la sensación de que a partir de ahora todo puede ocurrir porque en Europa siempre hay fuertes emociones.