Catalunya ya ha votado: Y ahora, qué?
Los catalanes votaron ayer en una jornada con poca participación y que dejó al PSC como gran triunfador, a ERC protagonizando la caída más dura y al PP la subida más notable. Ahora, pendientes de que se conforme el Parlament y de los pactos, empieza la cuenta atrás para la formación del gobierno autonómico, donde tampoco se puede descartar una repetición de elecciones. En 'La Ciutat' hemos analizado todos los excenarios posibles con el profesor de Ciencias Políticas de la Universitat de Barcelona, Jesús Palomar.
[AUDIO EN CATALÁN]
Los catalanes ya han votado. Los millones de ciudadanos llamados a las urnas depositaron ayer su papeleta, seguramente en una participación que se quedó corta respecto a los años anteriores, con un 58% que se quedaba a 6 puntos de la media y 20 por debajo del récord de 2017. Unas elecciones que dejaron al PSC como partido más votado y con más escaños, un total de 42, una subida de 9 respecto a los últimos comicios. La caída más dura la sufrió, sin duda, Esquerra Republicana, que perdió 13 escaños (de 33 a 20), una mala noticia para los republicanos, de hecho hoy el hasta ahora presidente Pere Aragonès ha anunciado que renuncia a su acta de diputado y abandona su carrera al frente de Esquerra. Y el gran triunfador, aparte de la opción socialista, fue el PP, con una subida de 12 escaños que le convierte en la cuarta fuerza en el Parlament. Por su parte, Junts sube 3 escaños y se convierte en la segunda fuerza en Catalunya y la primera opción para los independentistas.
A la espera de un gobierno viable
En declaraciones a 'La Ciutat', el profesor de Ciencias Políticas de la Universitat de Barcelona, Jesús Palomar, reconoce que "la victoria del PSC es indudable, como también lo es que los partidos independentistas no han sido capaces de mantener la hegemonía de los últimos años, es evidente", analiza Palomar.
Aunque el PSC sea el gran vencedor, necesitará llegar a pactos para formar gobierno. A la hora de analizar estos posibles pactos, Palomar cree que "hay una tercera opción aparte de un posible tripartito de gobierno o un pacto PSC-Junts, que es que el PSC gobierne en minoría como lo ha hecho ERC en los últimos años, consiguiendo apoyos externos, y en estos apoyos entra la posibilidad de un tripartito en la sombra, pero más que un tripartito en el gobierno se puede producir en el Parlament, en la sesión de investidura o en los plenos en los que necesite apoyos puntuales", explica Palomar.
Aragonès da un paso al lado
Una de las noticias que ha dejado el fracaso de ERC es, como decíamos, que el presidente Pere Aragonès ha anunciado que da un paso al lado, renuncia a su acta de diputado y pone punto y final a su carrera al frente de Esquerra. Palomar cree que "esta renuncia viene del hecho de asumir la responsabilidad del fracaso. Lo que se produce es que, cuando tú has sido presidente, es complicado pasar a la oposición. Eso, lejos de complicar pactos, tendría que facilitarlos".
A la hora de intentar encontrar los motivos de esta bajada republicana, Palomar ve claro que "el votante independentista es muy visceral. De la misma manera que el voto se acumuló en ERC cuando todo iba bien por bando independentista, ahora los independentistas sufren una bajada, ya que tanto ERC como la CUP la han sufrido, mientras que la subida de Junts no ha sido tan grande".
Por lo que a la relación Junts-PSC, una de las opciones de pacto estas próximas semanas, Palomar cree que "es poco probable que Puigdemont apoye al PSC. A priori sería una opción poco habitual de la misma manera que es poco habitual la propuesta de Puigdemont de hacerle presidente a él teniendo en cuenta que de sus votos depende el gobierno central, es la opción que ellos tienen que dar pero no es demasiado viable", prevé el profesor de Ciencias Políticas de la Universitat de Barcelona.
PP por Ciutadans
A la hora de analizar la caída de Ciudadanos, que se queda sin representación, y la subida del PP, Palomar ve claro que "el grueso de votantes del PP viene, en parte, de los seis escaños que ha perdido Ciutadans, pero seguramente también hay un trasvase de PSC a PP por la ley de amnistía, como también se ha producido un trasvase desde Comuns a PSC".
En el caso de Ciudadanos, con el candidato Carlos Carrizosa anunciando que el partido se presentará a las próximas catalanas, Palomares reconoce que "no es habitual que un partido que se queda sin representación insista en presentarse a las próximas elecciones, pero es una reacción lógica de querer dejar claro que siguen ahí". Además, aclara Palomar que "la desaparición del partido no dependerá de la voluntad de Carrizosa, sino de lo que pueda pasar en otros comicios, donde puede ir desapareciendo paulatinamente o por contra mantener un mínimo de votos que pueda ser el inicio de una recuperación. Eso sí, todo apunta a que en las próximas elecciones estatales seguirán perdiendo votantes, no tendrán fuerza como para presentarse con solvencia y quizás lleguen a las catalanas sin la fuerza necesaria".
Riesgo de repetición?
Una de las sensaciones que planea entre los catalanes después del 12M es la posibilidad de una repetición de elecciones en caso de que no se pueda formar gobierno. Una posibilidad que Palomar ve "poco probable. Básicamente porque la llave de la Generalitat recae sobre Salvador Illa, y luego el apoyo que puedan conseguir. Ese apoyo, ya sea con partidos de ámbito estatal u otros pequeños acuerdos, posibilita que el PSC pueda tirar adelante acuerdos y decisiones, y es lo que creo que va a buscar hacer antes de forzar una repetición".
Baja participación
Uno de los datos negativos que dejaron las elecciones a la Generalitat fue la baja participación, con sólo un 58% de los votantes con derecho ejerciéndolo. Más allá de alertar de un desapego de los catalanes con la política, Palomares apunta que "lo que no era normal era la participación en 2017, con más de un 80% de participación. Es cierto que hay un desencanto con la política, pero se esta volviendo a la normalidad, a los números bajos de siempre. Hay que tener claro que es fantástico, a nivel democrático, que la participación sea cuanto más alta sea posible, pero no es lo habitual. Ahora se ha normalizado y, después de grandes participaciones, el descenso es exponencial y comprensible".
Uno de los sucesos que condicionó la jornada electoral fue la avería que se produjo en las vías de tren por el robo de cable de cobre, lo que provocó quejas por parte de personas y también de partidos, que aseguraban que tendría un gran impacto en la votación, pero Palomar lo ve exagerado: "Decir que no ha afectado en nada seria faltar a la verdad, pero cuando hay una situación que ha pasado a nivel general, no puedes decir que haya afectado a solo uno o dos partidos. Sí que condiciona en cuanto al derecho a voto, nunca es positivo que alguien se quede sin votar, pero no podemos hablar de un grupo de votantes muy grande. Más allá de situaciones puntuales no podemos decir que esto haya hecho bajar un 10-15% la participación", afirma Palomar.