Los hechos sucedieron mientras una patrulla del SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza), se encontraba de servicio por la tarde y observaron a un vehículo ocupado por varias personas que reclamaron su atención.
Cuando los guardias civiles se acercaron, se percataron de que en el asiento del copiloto se hallaba una mujer inconsciente, mientras otras dos personas intentaban reanimarla, dándole palmadas en la cara sin reaccionar.
Uno de los componentes de la patrulla dio avisó de manera inmediata a la central C.O.C (Centro Operativo Complejo) de los hechos, así como al 112, y el otro componente procedió a tomarle el pulso.
Al comprobar que no respiraba, procedieron a desenredarle el pañuelo que llevaba en el cuello y a abrirle la boca, levantándole la lengua mediante la maniobra de Heimlich, mientras presionaban la parte alta de su estómago, consiguiendo finalmente liberar las vías respiratorias.
Acto seguido, colocaron a la mujer en una posición de seguridad, con el objetivo de mantenerla consciente, hasta que llegasen los servicios médicos.