Explicaba la presidenta de Cruz Roja Ciudad Real, Rosario Lafuente, que “la cesión del terreno por parte del Ayuntamiento servirá para convertirlo en un sumidero de carbono para proyectos de compensación de emisiones de dióxido de carbono y los gases efecto invernadero para luchar contra el cambio climático”.
Añadía que “no se trata solamente de plantar árboles, sino de proteger y cuidar nuestro planeta y también nuestra casa, que es la casa de todos, por ello, con este proyecto que va a llevar a cabo Cruz Roja se va a compensar esa huella de carbono”.
Se hará a través del voluntariado medioambiental, con el asesoramiento del Servicio de Medio Ambiente de la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible y el compromiso es que “durante 30 años la administración no tale estos árboles que vamos a plantar y solo se haría en caso de fuerza mayor, además desde Cruz Roja vamos a hacer un mantenimiento del terreno y haremos constar los datos en nuestro plan de absorción de carbono”.
Un proyecto que se llevará a cabo en el otoño de 2023, que es la fecha más idónea, según los expertos, y que contará con el apoyo inestimable del voluntariado provincial de Cruz Roja y de todos aquellos que se quieran sumar a la causa.
Agradecía la alcaldesa la firma de este convenio “que quedará en la memoria de la ciudad, gracias al compromiso y a la colaboración imprescindible entre entidades públicas y privadas, que es como se avanza en la sociedad. Un compromiso social muy bonito que beneficia no solamente al Ayuntamiento, sino al planeta, y a la sociedad, porque es un proyecto de compromiso con la sostenibilidad”.
Añadía Eva María Masías, que “este tipo de iniciativas vienen a sumar el compromiso del equipo de gobierno y, en particular, de la concejalía de Sostenibilidad y Agenda 2030 y de su concejala, con una entidad como Cruz Roja para el beneficio de todos”.
Terminaba explicando Mariana Boadella que la actuación se va a hacer en unos terrenos que el Ayuntamiento adquirió en 2019, en concreto 400 hectáreas, de las cuales se van a usar 50 que “lindan con el Camino de los Mártires y que eran tierras de labor, y que no estaban calificadas como forestales, por lo que vamos a aumentar las hectáreas del terreno forestal”.
Añadía la concejala que “esta colaboración es una pieza fundamental, porque el medio ambiente lo hacemos entre todos. Una reforestación en los terrenos de nuestra isla verde, que es la Atalaya y que espero veamos esas encinas crecer lo más pronto posible”