Los sindicatos acusan a la patronal de mantener la negociación paralizada desde el pasado mes de julio con el objetivo de no aplicar este año una posible subida de los salarios y para evitar pagar esos incrementos a los trabajadores eventuales que son contratados para la campaña de vendimia y que no accederían a esas posibles mejoras por terminar su relación laboral antes de la firma del convenio, según ha dicho Antonio Torres, secretario provincial de UGT-FICA.
En cuanto a las subidas salariales de este convenio, que tendría una vigencia de tres años de 2018 a 2020, piden un aumento en la línea del Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva, al menos del 2%, aunque puede alcanzar el 3% y que tenga carácter retroactivo.
El secretario provincial de Industria de Comisiones Obreras, David Vera, considera que los empresarios pueden asumir este incremento porque los datos reflejan importantes beneficios.
Los industriales vitivinícolas, según los sindicatos, ofertaron una subida salarial del 0,8%, que después se elevó al 1,4%.
Por su parte, los empresarios del sector vinícola de la provincia, que aglutina bodegas, cooperativas y asociaciones vitivinícolas, expresan voluntad para alcanzar un acuerdo y, sin concretar una propuesta determinada, apuestan por la moderación. Antonio del Fresno, representante de la Asociación de Vinos de Ciudad Real dentro de la mesa negociadora del convenio colectivo.
UGT y CCOO también piden la estabilidad en el empleo limitando el uso de las Empresas de Trabajo Temporal, que se regule la jornada laboral y las horas extraordinarias y se equiparen los criterios de antigüedad.
El convenio de vinícolas de Ciudad Real afecta a unos 6.000 trabajadores de media, aunque puede sumar hasta 8.000 trabajadores, sobre todo en época de vendimia.
Sindicatos y patronal han dejado la puerta abierta al diálogo y se han emplazado a un encuentro el próximo 18 de octubre. En principio, sin líneas rojas, pero tampoco con una base negociadora clara, al menos por parte de los empresarios.