Familias enteras disfrutan con ilusión de una nueva plantación
Esta vez la correspondiente a niños nacidos en plena pandemia, del 2019 al 2021
Cerca de 200 familias con sus hijos nacidos entre 2019 a 2021 participaron ayer domingo en la tercera jornada de plantación en el Bosque de la Vida para plantar álamos negros y blancos.
La alcaldesa, Rosa Melchor, el concejal de Medio Ambiente, Pablo Pichaco, y la concejala de Turismo, Bárbara Sánchez-Mateos, acompañaron a las familias participantes en esta iniciativa del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan. Debido al elevado número de familias participantes, se hicieron dos turnos de plantación.
Se trata de una iniciativa con la que el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan quiere implicar a los alcazareños y alcazareñas desde pequeños, en el conocimiento y cuidado del entorno natural. Una vez plantado el árbol, las familias tienen la posibilidad de poner una placa con el nombre del niño, su fecha de nacimiento y de plantación “para que lo consideren como suyo propio”, dijo la alcaldesa. De esta manera cuando sean mayores sabrán que el árbol que plantaron de pequeños junto a sus padres, fue con motivo de su nacimiento y que podrán visitarlo cuando quieran, señaló la regidora. “Todo aquello que se conoce y se quiere siempre es mucho más fácil de cuidar”, señaló.
Apuntaba la alcaldesa que con esta nueva plantación sigue creciendo el Bosque de la Vida, concebido como una especie de pantalla verde para conectar el Complejo Lagunar con el caso urbano, un proyecto incluido en la estrategia EDUSI «Alcázar de San Juan: Un modelo de Ciudad para el siglo XXI», cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional”.
En la idea de conectar ambas zonas, está previsto instalar una pasarela en el Bosque de la Vida para facilitar al peatón cruzar el canal. De esta manera en la Avenida Adolfo Suárez, a la altura de la puerta trasera del Parque Alces se pintará un paso de peatones frente a esta pasarela para llegar al Bosque de la Vida.
Alcázar de San Juan cuenta con 310.000 metros cuadrados de zona verde, una ciudad en la que cada uno de sus vecinos es copropietario de prácticamente dos árboles, tal y como subrayaba la alcaldesa alcazareña.