La rehabilitación olfatoria trata de mejorar uno de los síntomas más persistentes del COVID-19
La pérdida de olfato se mantiene más de 12 semanas en pacientes con COVID persistente
mientras que la rehabilitación olfatoria, durante 6-12 meses, ha demostrado que mejora la capacidad olfatoria en pacientes con COVID-19 persistente
La rehabilitación olfatoria ha demostrado ser el tratamiento que mejores resultados ofrece para los pacientes con disfunción olfatoria por COVID-19 persistente. Este es uno de los síntomas más prevalentes tras una infección por el SARS-CoV2 y en algunos pacientes persiste más allá de las 4-12 semanas. Así lo concluye el documento de revisión ‘Disfunción olfatoria en la COVID-19 persistente. Actualización’, realizado por otorrinolaringólogos miembros de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
La evidencia científica disponible hasta el momento no apoya ninguna terapia farmacológica para la recuperación del olfato en pacientes con alteraciones de este por COVID-19 persistente. En 2021 se ha publicado un artículo que estudia el efecto de la rehabilitación olfatoria (RO) en 548 pacientes con disfunción olfatoria post COVID-19, concluyendo que mejora de forma significativa esta función, especialmente si el cumplimiento era de más de 28 días. “La pauta clásica recomienda realizar a diario dos ejercicios de exposición a 4 odorantes: frutal, mentolado, aromático y floral, durante una duración variable de 6-12 meses. Se han ido incorporando otra variedad de olores y concentraciones y se ha visto que al ser un tratamiento no invasivo es muy recomendable para la recuperación del olfato post viral”, explica el doctor Isam Alobid, uno de los autores y presidente de la Comisión de Rinología de la SEORL-CCC.
La COVID-19 persistente (long-term COVID-19) se define como la presencia de síntomas persistentes o incapacitantes tras la infección aguda por el SARS-CoV2 de más de 4-12 semanas tras el inicio de los síntomas. Según los autores del documento, “se estima que puede ocurrir entre el 10-20% de los pacientes que la ha sufrido”. De todos esos síntomas, “la disfunción del olfato es uno de los más prevalentes, pues existe un porcentaje importante de pacientes en los que persiste más allá de las 4-12 semanas y que genera una mayor discapacidad y alteración de la calidad de vida”, comenta el doctor Alfonso Santamaría-Gadea, otro de los autores del estudio.