El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, ha visitado hoy Lluc para mostrar su apoyo a los responsables del santuario y del ayuntamiento y conocer de primera mano los daños causados por el "cap de fibló" que azotó el monasterio y sus alrededores el día 12 y los convirtió en "una visión dantesca".
"Podemos dar gracias a Dios, y nunca mejor que en este sitio, porque no haya habido ninguna desgracia personal", ha afirmado Bauzá tras recorrer el santuario y ver los daños ocasionados por el tornado que tuvo lugar el pasado miércoles por la noche, según declaraciones facilitadas por el Govern.
El presidente, que ha estado acompañado por el conseller de Presidencia, Antonio Gómez, ha mostrado su apoyo al prior de Lluc, Antoni Vallespir, y al alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, así como a los vecinos y propietarios de fincas afectadas en toda la zona.
Bauzá, que ha comprobado los daños en el tejado del santuario o el reloj del campanario, ha asegurado que el 'cap de fiblo', además de los daños en infraestructuras "en solo en un par de minutos ha destrozado centenares de años de crecimiento de árboles" y ha provocado "una visión dantesca".
El presidente se ha interesado por las tareas de reparación que se están llevando a cabo en el Monasterio y las "possessions" cercanas de Ses Tosses y Son Colom.