Illes Balears | 28.10.2021 20:17
La historia de Bartolomé Simonet es la de un empresario "hecho a la fuerza". Así se describe quien hoy en día está al frente de las sociedades Pemija y Refrilog, empresas de distribución de alimentación refrigerados y congelados en Baleares, que emplean a 125 personas. "Y empecé como trabajador de Danone para después convertirme en empresario por pura supervivencia", admite Simonet.
Es la historia resumida en apenas unas líneas en el libro de ASIMA y Banca March 'Empresarios con Valor II' que podemos encontrar en su página 189 y que este jueves deja Bartolomé Simonet en los micrófonos de Onda Cero Mallorca. Cada jueves representantes de la Asociación de Industriales de Mallorca Asima acercan a la audiencia de 'La Brújula Illes Balears' grandes testimonios que sirven de ejemplo e inspiración para muchos emprendedores y empresarios de las islas.
Esta semana el director de ASIMA Alejandro Sáenz de San Pedro pone en valor la importancia e impacto económica del sector de la logística y distribución de alimentos en Baleares, tanto a particulares como a empresas. Es el caso de la empresa Refrilog que es una especie de termómetro de cómo evoluciona el consumo y la economía en las islas. Su responsable, el empresario Bartolomé Simonet, un hombre hecho a sí mismo que empezó a trabajar duro a los 14 años para seguir formándose toda su vida, cree que "la diversificación de la empresa" es la clave del éxito. Por ello, desde ser distribuidor exclusivo de Danone, hoy en día sus sociedades se dedican a la distribución y logística de múltiples marcas de productos de alimentación.
Simonet no olvida a su padre, por quien siente profunda admiración y a quien tiene "en un altar". Recuerda este empresario los múltiples problemas que fue superando a lo largo de toda su vida para que hoy en día su historia familiar le sirva de inspiración y referente. Tras la crisis de 2008, ahora la empresa gestiona las adversidades provocadas por la pandemia de la Covid-19, y advierte Simonet que, a pesar de ver el futuro "con esperanza", viene "otra gran crisis" cuyos efectos sentiremos en 2022. Una crisis que será causada por la falta de suministros, materia prima y microchips.