Nuestro homenaje a Francesc Arnau
La prematura muerte del director deportivo del Real Oviedo conmociona al club y a todo el fútbol español.
Un golpe seco y demoledor despertó al oviedismo el pasado sábado. La muerte de Francesc Arnau fue un mazazo que costará asimilar. Más allá de cualquier cosa, una persona con 46 años es demasiado joven para morir. Dos hijos se quedan sin padre y unos padres se quedan sin hijo, todos presos de un dolor que se ha contagiado al fútbol español.
De su etapa de futbolista quedan recuerdos con la camiseta del Barcelona y del Málaga. Éxitos y fracasos que siempre encajó con la deportividad de un futbolista que formó parte de una gran generación de La Masía donde compartió trayectoria con nombres históricos de nuestro fútbol como Xavi o su íntimo Puyol.
A Oviedo llegó en diciembre de 2019 con el reto de reconducir la marcha de un equipo que se hundía en la clasificación de Segunda. Lunin, Grippo, Luismi, Rodri Ríos y Sebas Coris fueron sus apuestas y logró la permanencia.
Tipo de carácter afable, aprovechó sus primeras palabras como director deportivo del Oviedo para dar las gracias, era el 11 de diciembre de 2019
No escatimó elogios para su nuevo club. Y tenía claro su objetivo más allá de salvar la categoría
Dos meses después, intervino para destituir a Javi Rozada como entrenador y dar la alternativa a José Ángel Ziganda
Con el final de la temporada, llego la salvación del Oviedo y su primer gran éxito. El 22 de julio fue el momento de hacer balance y de valorar el apoyo que sentía en su puesto
Su última comparecencia oficial como director deportivo del Oviedo llegó el pasado 2 de febrero. Entonces había que hacer balance del mercado invernal y fijar los objetivos del equipo
Su obra queda inacabada. Su contrato se alargaba hasta junio de 2022 y ya trabajaba en la remodelación de un equipo que está obligado a sufrir una cambio profundo. Su único anhelo era poder colocar al Oviedo entre los mejores y que pudiese luchar por un ascenso que desea todo el oviedismo.
Por desgracia, el Oviedo es un club que ha sufrido golpes como éste. Las pérdidas de Parajón, Dubovsky, Armando Barbón o Antonio Mijares fueron puñaladas en el corazón azul, desde ahora Arnau se queda para siempre en el recuerdo del oviedismo y como siempre digo, nadie muere mientras sea recordado y de Arnau jamás se olvidará toda la familia del Real Oviedo.
Ahora, sólo queda arropar a una familia destrozada por el dolor y que sepan que aquí siempre tendrán el abrazo que necesitan para seguir adelante. Descanse en paz, Francesc Arnau.