Después de dos jornadas consumidas el Real Oviedo acumula cuatro puntos que se puede considerar un buen balance, teniendo en cuenta que ha jugado sus dos partidos lejos del Carlos Tartiere, pero al equipo le ha faltado fútbol en ambas citas y se ha agarrado a su versión más resiliente y a las buenas intervenciones de Aarón Escandell para ser uno de los equipos que aún no ha encajado gol y darse un respiro a la espera de que mejore el juego.
En Castalia no hubo sorpresas. El Castellón se mantuvo fiel a su estilo de agitar los partidos y convertirlos en duelos individuales por todo el campo y a los azules les costó mucho adaptarse a ese tipo de encuentro. Así y todo, los de Javi Calleja dispusieron de ocasiones claras para anotar, de forma especial en una acción de Hassan que puso un centro que Alemao no consiguió convertir en la misma línea de gol.
Hubo espacio para la polémica con González Esteban como protagonista. El colegiado vasco señaló una pena máxima por un agarrón sobre Dani Calvo, pero luego atendió la llamada del VAR para rectificar su decisión inicial, algo que no hizo en su día cuando se produjo una situación similar en el derbi disputado en El Molinón.
Aarón Escandell emergió para sujetar al equipo con dos grandes intervenciones y en la recta final del choque Calleja reforzó la zaga con la entrada de David Costas, que fue suplente tras sus molestias físicas de la semana. El pitido final dejó el cuarto punto para los oviedistas que ahora miran al estreno en casa ante el Racing de Santander, el viernes a las 21.30 horas, como siguiente reto.
En el enlace de esta noticia puedes escuchar la rueda de prensa de Javi Calleja.