Siguiendo el rastro histórico de Piloña y de sus castros, las excavaciones que se desarrollan desde hace años en el entorno de Antrialgo, siguen ofreciendo cada vez un mayor número de restos de importancia. Restos que, de momento, han servido para que el yacimiento se pueda catalogar y entre a formar parte de la lista de lugares protegidos.
En la campaña del pasado año ya se localizaron algunos restos óseos. Sin embargo, no fueron suficientes para poder completar un análisis concluyente. Por esa razón, este año se tratará de cubrir esta carencia, durante los días de trabajo en el castro.
Otra novedad destacada en esta quinta campaña de estudio será la colaboración de la Universidad de Alcalá, cuya experta en cerámica, Miriam Cubas, tratará de aportar algún dato destacado, a partir de los restos piloñeses.