Acepta 7 años y medio de cárcel tras reconocer que agredió sexualmente de forma continuada a la hija de su esposa
Al cumplir dos tercios de la condena, será expulsado de España
Un procesado por agredir sexualmente de forma continuada a la hija de su esposa, en Gijón, reconoció íntegramente los hechos que le atribuía la Fiscalía de Área de Gijón y aceptó una condena de 7 años y medio de prisión, además de libertad vigilada y alejamiento. La vista oral estaba señalada para este miércoles en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón.
Según el escrito de Fiscalía, reconocido por el condenado, en fecha indeterminada del año 2019, el procesado originario de República Dominicana y nacido en 1980, comenzó a realizar con la hija de su esposa, nacida en 2006, "juegos" que consistían en hacerle cosquillas y en buscarla con los ojos aparentemente
tapados, maniobras que fueron derivando en tocamientos con connotaciones sexuales en el pecho de la menor.
La menor insistía en que cesara ese comportamiento, a lo que el procesado le contestaba que no lo contara a nadie porque podía traerles problemas a los dos.
A finales del año 2020 y principios del año 2021, aprovechando el confinamiento por la pandemia, y al dar ambos positivo en covid-19, el procesado entró en la habitación de la menor y, con el pretexto de tomarle la temperatura, se acercó a ella y le pasó la lengua por el cuello, realizándole tocamientos por debajo de la ropa, tanto en el pecho como en la vagina.
Ante la oposición de la menor, el procesado le dijo de nuevo que no lo contara y que le iba a comprar un teléfono móvil, como así hizo.
Igualmente, durante ese invierno del año 2020, y cuando estaban en el parque Los Pericones de Gijón, el procesado pidió a la chica que subieran juntos hasta una zona del parque más oscura y allí comenzó a besarla por el cuello, empujándole la víctima, que huyó del lugar corriendo.
El procesado continuó con los tocamientos e igualmente realizó penetraciones anales y vaginales a la menor, utilizando preservativo. El día 10 de agosto de 2021, aprovechando que su esposa, madre de la víctima, estaba en el hospital con otra de sus hijas, que iba a ser operada, el procesado entró en la habitación de
la menor, la agarró fuertemente por los brazos, le bajó el pantalón del pijama y mantuvo relaciones sexuales completas con ella, mientras le decía que parara de llorar, que no era para tanto.
El procesado mantenía desde hacía unos 11 años una relación sentimental con la madre de la víctima, siete años de casados y con una hija en común. La menor llamaba "papá" al procesado, manteniendo una relación con él equivalente a la paterno-filial. La joven presenta secuelas psicológicas.
Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito continuado de agresión sexual a menor de dieciséis años. Concurre la atenuante de confesión, ya que el procesado admitió íntegramente las acusaciones desde el inicio de la instrucción del procedimiento.
Así, tras reconocer los hechos, el procesado asumió una condena de siete años y medio de prisión, libertad vigilada durante 7 años, inhabilitación especial para profesión, oficio o actividades que conlleven contacto regular y directo con menores durante 12 años; y prohibición de aproximarse a la víctima, su domicilio y lugar de estudio o trabajo, y comunicar con ella por cualquier medio, durante 10 años.
De conformidad con lo establecido procede la expulsión del territorio español del procesado tras el cumplimiento de al menos dos tercios de la pena. En concepto de responsabilidad civil, el procesado indemnizará a la menor con 15.000 euros.