En la encuesta han participado 444 jóvenes de entre 12 y 30 años, que advierten que la atención que se presta al colectivo no es satisfactoria. Alertan de que el problema se ha agravado por la situación de pandemia de Covid. No llevaron bien el confinamiento inicial y las restricciones en las relaciones sociales.
De entre las 444 respuestas, casi la mitad corresponden a jóvenes de entre 17 y 19 años, y otro 25% entre 20 y 25. Un 71.4% de las personas encuestadas ha sentido que se minusvaloraban sus problemas por el hecho de ser jóvenes. Un 94% cree que la ansiedad y la depresión son problemas muy habituales entre las personas jóvenes y casi el 60% de los encuestados afirma que su salud mental ha empeorado a causa de la situación de pandemia del COVID. El 31% respondieron que creen haber padecido depresión y/o ansiedad y no se les ha diagnosticado. Así, 55 personas encuestadas afirman haber solicitado ayuda a través del Servicio de Salud y que no se les atendió.
Lo jóvenes muestran además su descontento con que con demasiada frecuencia se acude a los fármacos como principal solución a sus problemas de salud mental. Reclaman que vayan acompañados de otros métodos terapéuticos. Lamentan que el sistema educativo no tiene mecanismos eficaces para detectar trastornos en estudiantes, ni desde los equipos de orientación ni desde las tutorías.