Las alumnas (y el profesor) quieren aprovechar la experiencia, aunque tienen cierto miedo a cómo se desenvolverán con el idioma. Su profesor las tranquiliza porque están preparadas, dice, pero ellas quieren verse. Para alguna de ellas es incluso la primera vez que montan en un avión y tampoco conocen mucho de Túnez. Creen que podrán hacer amigos y se comprometen a ser unas excelentes embajadoras de Gijón y Asturias.
Alumnos y profesores trabajarán por separado. El objetivo principal es compartir experiencias, intercambiar ideas y soltarse en el idioma.
La iniciativa también reivindica el francés como idioma. Aunque las alumnas también estudian inglés, el idioma del país vecino puede abrirles muchas puertas. En Asturias muchas empresas son francesas, recuerda el profesor.
El viaje, a gastos cubiertos, es posible por tener el sello de excelencia "Label FrancÉducation", que concede el Ministerio de Asuntos Exteriores galo. Es el único centro educativo de Asturias que lo tiene.