La mujer denunció ante la Policía la aparición de pintadas realizadas de forma reiterada en su negocio con frases de contenido libidinoso. Desde finales de noviembre se habían repetido esas frases que a veces se acompañaban de dibujos con corazones atravesados por flechas. Estos daños ya habían sucedido con anterioridad durante el año 2020 pero habían cesado de forma repentina, por lo que no había desistido denunciar antes estas acciones.
La perjudicada instaló una cámara de seguridad para averiguar la identidad de la persona que la agraviaba, que estaba generando en ella mucho malestar e inquietud. Así se pudo identificar al autor, un vecino de la zona de 51 años con antecedentes y que era cliente del establecimiento. Admitió ante la Policía tener un interés sentimental por la mujer y no atreverse a dar el paso de hablar directamente con ella.
Ha sido denunciado por un delito de coacciones y daños.