Ministerio de Sanidad y Comunidades Autónomas pactaron ayer las medidas que se aplicarán en Semana Santa. Se mantiene el confinamiento perimetral de todas las regiones, el toque se queda no será más allá de las once de la noche y las reuniones en espacios privados, sólo podrán ser de personas convivientes.
Los teléfonos no dejan de sonar desde hace 24 horas en las casas rurales de las zonas más turísticas. Es el caso, del Pirineo, pero también de la provincia de Teruel. Es el caso de las comarcas del Jiloca o el Matarraña. También las localidades más turísticas, como Valderrobres, confían en recuperar ese flujo de visitantes que aportan riqueza al territorio.
La movilidad va a beneficiar a hoteles, casas rurales, bares y restaurantes. Sin embargo, la situación no cambia para los locales de ocio nocturno que siguen sin poder abrir sus puertas. Propietarios de esos negocios se han concentrado hoy frente a las Cortes para denunciar que las pérdidas ascienden a 121 millones de euros y que 193 salas de fiestas o discotecas no volverán a levantar las persianas, un 25% del total. Esa cifra podría aumentar si no reabren los locales antes del verano o reciben ayudas directas. El domingo se manifestarán en las calles de Zaragoza.