El Ayuntamiento de Zaragoza no renuncia a que la ciudad sea subsede del Mundial de Fútbol de 2030 pese a les exigencias millonarias de la FIFA, que han llevado a otras como Gijón a renunciar a la candidatura.
En la ciudad asturiana estiman esos costes, que incluiría un seguro de responsabilidad civil, en unos 50 millones de euros. Una cantidad que consideran inasumible. Sin embargo, Zaragoza no comparte esa estimación, a falta de terminar un estudio económico sobre la candidatura.
La alcaldesa Natalia Chueca cree que la cuarta ciudad de España no puede renunciar al mundial y recuerda que acoger algunos tendrá un impacto de millones de euros en la ciudad.
La formación morada ha exigido al consistorio que haga públicos los compromisos que requiere la FIFA para valorar si merece la pena la candidatura y acusa al gobierno municipal de “oscurantismo” en el tratamiento de este tema.