La redacción del nuevo contrato del servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Zaragoza fue recibida con el rechazo frontal de las trabajadoras de este servicio, que veían amenazado su poder adquisitivo al no mantener los refuerzos, que permitían que, al producirse la baja de un usuario por cualquier razón, a la trabajadora se le asignase indefinidamente otra persona a la que atender, de forma que pudiera mantener su trabajo y seguir teniendo un sueldo.
Después de meses de protestas y un recurso ante el Tribunal de Contratos Públicos, que fue desestimado, las movilizaciones se endurecieron con una convocatoria de huelga para el mes de diciembre que, finalmente, fue desconvocada gracias a que el Ayuntamiento se comprometió a que el nuevo contrato no supondría ningún retroceso en las condiciones laborales de las trabajadoras, especialmente en lo referente a su poder adquisitivo.
Angélica Mazo, responsable del sector de Servicios Sociales de U.G.T., señala que están dispuestas a retomar las movilizaciones si no se agiliza la licitación del contrato. Este retraso conlleva la congelación salarial de las trabajadoras del servicio de Ayuda a Domicilio. Desde el Ayuntamiento, señalan que no hay ningún bloqueo y que, de hecho, se está dando prioridad a esta licitación, que conlleva arduo trabajo porque supone el contrato de mayor envergadura de los servicios sociales municipales, ya que asciende más de 24 millones de euros. Y recuerdan que el retraso responde al recurso de los sindicatos ante el T.A.C.P.A., que tardó dos meses en resolver.