En 2022, la Federación Aragonesa de Cooperativas Agroalimentarias alcanzó la cifra récord de facturación de 1.070 millones de euros. Sin embargo, las expectativas de cara a 2023 no son tan favorables. La producción bajará, los costes están disparados y los precios se mantienen bajos. La sequía ha acabado con la cosecha de cereal y ahora el pedrisco pone en peligro la cosecha de fruta.
El presidente de este colectivo, José Víctor Nogués, ha lamentado que “aunque siempre que llueve es bueno, ahora está lloviendo tarde y torrencial. Fuera de tiempo. El pedrisco está generando destrozos en las cosechas en marcha, el cereal se ha perdido”, y además, “no podemos guardar agua porque está cayendo en muchas zonas donde no estamos regulados”.
Este problema afecta a todos los sectores agroalimentarios, como el de los piensos o el de la ganadería extensiva. “No se puede decir que haya un sector al que le está yendo bien”, ha explicado.
Nogués reivindica el papel de las 160 cooperativas aragonesas, que dan empleo a 2.000 personas y fijan población en el medio rural. Reivindica que estas empresas también puedan optar, como los productores, a las ayudas directas del Ministerio de Agricultura, para paliar aunque sea parcialmente las pérdidas en este año complicado para el sector.