El soldado, natural de Gijón, se desplomó e inmediatamente recibió atención médica, pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida. La víctima estaba en cuarto curso de la Academia General Militar de la especialidad fundamental de Infantería.
La autopsia, que se ha realizado en el Instituto de Medicina Legal de Aragón, concluye que la muerte se produjo por las altas temperaturas. Zaragoza registró ayer una máxima de 36 grados, pero la sensación fue más extrema por la humedad.