El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha pedido que se limpie el cauce para evitar que el río, con menos caudal, genere más problemas. Además, ha destacado lo importante que es planificar el trabajo. Y es que en la ciudad, más de 20 parkings subterráneos están anegados por filtraciones. El jefe de los Bomberos, Eduardo Sánchez, ha explicado que achicaran el agua cuando descienda el nivel freático.
Las huertas del entorno del Ebro en Zaragoza han sufrido especialmente las consecuencias de la crecida. De la Asociación de Hortelanos forman parte unos 40 productores y la mayoría se han visto afectados, salvo aquellos cuyos terrenos se ubican a orillas del Gállego.
Aunque la punta ha causado menos daños que los registrados en 2015, en la zona de Movera han quedado anegadas unas 20 hectáreas de hortalizas. El presidente de la Asociación de Hortelanos, Cristóbal Omedes, ha recordado que este cultivo no está sujeto a subvención o a seguro, por lo que los productores deberán asumir las pérdidas.
En Pastriz, la punta de la crecida alcanzó anoche los 2.200 metros cúbicos por segundo, por debajo de los 2.450 de la riada de 2015. El impacto ha sido por tanto menor del esperado. Aún así, han quedado anegadas 300 hectáreas de cultivos de cereal y alfalfa. Para prevenir afecciones, antes de la punta fueron trasladadas las 1.500 cabezas de una explotación lanar y también cerca de 400 reses bravas.
Como medida preventiva, en una urbanización cercana a Movera se evacuaron varias viviendas alegales. El cauce del Ebro continuará en niveles altos durante 24 ó 36 horas. Aun así, el alcalde de Pastriz, José Miguel Ezquerra, señala que, afortunadamente, no se han cumplido las peores previsiones.