Alerta roja por riesgo de incendios forestales en Zaragoza y Teruel
Con este nivel de riesgo, está prohibido encender fuegos en zonas recreativas o de acampada y se restringen tanto las pruebas deportivas como el uso de maquinaria. Se cumple un año, precisamente, del incendio que arrasó la Comarca de Calatayud.
Las altas temperaturas han hecho que este martes, por primera vez este verano, varias zonas de Aragón entren en el nivel rojo de alerta por incendios forestales. Principalmente, en el sistema ibérico zaragozano y turolense. Con este nivel de riesgo, el Gobierno autonómico recuerda que está prohibido encender fuego en espacios abiertos y se restringen las pruebas deportivas y otros actos públicos en el entorno forestal.
También se limita el uso de maquinaria en las áreas situadas a 400 metros del monte, con excepciones muy concretas para los ahumadores apícolas, la cosecha de cereal y los cultivos forrajeros. Esas excepciones se eliminarían en el caso de entrar en el nivel de alerta rojo plus, una nueva denominación del riesgo extremo, que puede activarse en situaciones extraordinarias de calor, viento y falta de humedad. En todo caso, ya en el nivel rojo, el director general de Gestión Forestal, Jorge Crespo, pide responsabilidad.
"Es necesario extremar las precauciones y adaptar nuestra actividad al nivel de riesgo. Ya no solo se trata de posponer actividades que puedan originar incendios, sino también otras, como el senderismo en entornos forestales, que puedan dejarnos expuestos en el caso de que se produzcan esos incendios", explica Crespo.
Primer aniversario del incendio originado en Ateca
Precisamente, este martes se cumple un año del incendio que el verano pasado arrasó 14.000 hectáreas en la Comarca de Calatayud. El fuego se declaró en Ateca y obligó a desalojar a 1.700 vecinos de Moros, Villalengua, Alhama de Aragón, Bubierca y Castejón de las Armas. En Moros, el fuego calcinó cerca del 100% del término municipal y llegó a causar importantes daños materiales en el casco urbano.
El alcalde de Ateca, Ramón Cristóbal, observa con desolación el paisaje quemado, en el que un año después apenas hay nuevos brotes. La población está más concienciada y han asumido las restricciones en las romerías, para evitar nuevos incendios este verano. Cristóbal agradece los trabajos del Gobierno aragonés en el monte para minimizar el riesgo de erosión y las ayudas que han ido llegando, con la declaración de zona catastrófica. También está a la espera de que la Justicia aclare la responsabilidad de la empresa Land Life, causante del incendio. "En función de lo que decidan los tribunales, podrían llegar nuevas indemnizaciones", explica.