Entrará en vigor el 1 de febrero y, en Aragón, afectará a unas 4.500 empresas, 11.500 autónomos y 26.000 trabajadores. Las compañías aportarán el equivalente al 1% del salario del trabajador a ese plan de pensiones, al que los trabajadores más previsores también podrán hacer aportaciones voluntarias.
El objetivo del acuerdo es que los empleados disfruten de ese dinero al llegar a la jubilación, en caso de incapacidad permanente o desempleo de larga duración.
El presidente de CEAC en Aragón, Juan Carlos Bandrés, ha destacado la importancia de este acuerdo y ha reconocido que las empresas tendrán que hacer un esfuerzo y durante los próximos cuatro meses tendrán que ingresar el 1% de lo que hayan generado los trabajadores en 2022 y 2023.
El otro gran objetivo de este acuerdo es propiciar el relevo generacional en el sector de la construcción, uno de los más afectados por la falta de mano de obra. Con este acuerdo, un oficial de primera percibirá unos 300 euros de base al año.