Alrededor del 35% de los directivos aragoneses considera que en este primer semestre de 2022 van a emporar tanto las ventas como el empleo en su empresa. Solo un 7% ve este futuro inmediato con optimismo. Para el 54% de los encuestados, la economía aragonesa se mantendrá estable.
Así se desprende del último Indicador de Opinión de ADEA, donde también se refleja su preocupación por las exportaciones, su capacidad de obtener financiación y la evolución general de la economía aragonesa. Los datos indican un ligero empeoramiento de las perspectivas hasta junio respecto a los seis meses anteriores.
Además, solo un 22,4% cree que su empresa va a poder beneficiarse, de alguna forma, de los fondos europeos y un 62% piensa que la reforma laboral le perjudicará. El presidente de ADEA, Salvador Arenere, ha añadido que también les preocupa la inflación, especialmente el precio de la energía, así como la incertidumbre en torno a la pandemia y el nuevo sistema de bajas mediante el auto-test.
El Indicador de Opinión se ha conformado con una encuesta realizada a principios de enero en la que han participado 204 directivos y ejecutivos aragoneses. Más del 48% pertenecen al sector servicios, el 29% a la industria, el 13% al sector comercial y el 8,6% a la automoción.