Técnicos de IGT analizan el subsuelo de la calle San Francisco con tres metodologías diferentes. Georradar, tomografía eléctrica y sísmica de refracción para detectar si el subsuelo presenta corrimientos u oquedades en una profundidad de 15 a 20 metros.
Evaluar la existencia de oquedades o corrimientos de tierra en los 350 metros que mide la calle San Francisco es el objetivo del estudio que desde la tarde de ayer está realizando la empresa International Geophysical Technology (IGT).
Los trabajos se extienden desde la Escalinata hasta la rotonda de la colmena y se realizan utilizando tres metodologías diferentes capaces de alcanzar mediciones en una profundidad de 15 a 20 metros.