La Mona Lisa o la Gioconda, una de las obras más emblemáticas de Leonardo Da Vinci, la podemos disfrutar en el Museo del Louvre de Paris. Pero no siempre ha estad ahí, Luis Tobajas abre su Desafío Viajero para contárnoslo.
Son muchos los misterios que giran en torno a la Mona Lisa, desde quién es realmente, hasta su sonrisa enigmática y hasta las más de 20.000 grietas que se aprecian en el lienzo y que los restauradores del museo no se atreven a tocar.
Son varias las veces que la Gioconda ha abandonado el Louvre, la primera fue cuando Napoleón se encaprichó de ella y se la llevó para colocarla en su dormitorio en el Palacio de las Tullerías. En 1911, la segunda vez que salió, fue robada por un trabajador del propio Louvre que la llevó a Florencia para, tal como dijo, “devolverla a su hogar”.
Y una tercera, en 1963, cuando fue expuesta en el Museo Metropolitan de Nueva York y fue recibida por John F. Kennedy y su mujer ofreciendo un recibimiento de Jefe de Estado a la obra de Da Vinci.