El Hospital Virgen del Rocío lidera los trasplantes de médula realizados en España en 2020
El servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha efectuado 156 trasplantes de médula durante el año pasado, la mayor cifra de su historia, siendo además el centro que más trasplantes realizó en España en plena pandemia por el Covid-19.
Este equipo, liderado por el doctor José Antonio Pérez Simón, es el segundo también en número de pacientes tratados mediante estrategias de terapia celular de última generación como la infusión de Linfocitos T reguladores o células TCAR, entre otros, ya que en total emplean 55 tratamientos de este tipo, explica en el centro en una nota de prensa.
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ya informaba hace dos semanas de que el Programa Nacional de Donación y Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos ha conseguido mantener su actividad a nivel nacional, gracias al gran esfuerzo de los profesionales sanitarios de todos los centros implicados, las comunidades autónomas y la Fundación Josep Carreras, que gestiona el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo).
Asimismo es importante el apoyo de las asociaciones locales de pacientes en cualquier proceso de donación y trasplante, así como de todos los profesionales de la Coordinación de Trasplantes de Andalucía. Y por supuesto, gracias a los donantes de progenitores hematopoyéticos, "quienes sin ellos nada de esto sería posible".
Por otro lado, 43 andaluces han recibido ya terapia TCAR desde que el pasado verano el Ministerio de Sanidad y Consumo designara el Hospital Universitario Virgen del Rocío como uno de los centros de referencia a nivel nacional para aplicar esta compleja técnica en el tratamiento de pacientes diagnosticados de linfoma difuso de células grandes o leucemia aguda linfoblástica.
Además de dedicarse a la actividad asistencial, los profesionales de la Unidad de Hematología realizan tareas docentes y trabajan en más de 50 ensayos clínicos activos y proyectos de investigación para pacientes con hemopatías malignas --leucemias, linfomas y mielomas fundamentalmente-- o que se han sometido a un trasplante de médula ósea, lo que permite ofrecer siempre a estos pacientes tratamientos innovadores si así lo precisan.
La implementación de estas terapias en el Sistema Nacional de Salud supone todo un reto dado que la infusión de estas células requiere de equipos con experiencia en trasplante hematopoyético e incluyen, además de hematólogos, intensivistas, neurólogos, inmunólogos, farmacéuticos, farmacólogos clínicos, entre otros. Por tanto, los centros designados por el ministerio para utilizar esta terapia CAR deben disponer de equipos multidisciplinares capaces de afrontar la complejidad del procedimiento.
Por otra parte, el desarrollo de esta terapia abre un nuevo escenario de colaboración público y privada, ya que en se dispondrá de T-CAR comercializados por algunas empresas farmacéuticas y de T-CAR desarrollados en centros académicos. Además, los hematólogos también utilizan la infusión de otras células como las mesenquimales o los Linfocitos T reguladores para tratar algunas complicaciones del trasplante, como la enfermedad injerto contra receptor. Esta es una técnica de elevada complejidad, ya que requiere la extracción de linfocitos del donante mediante aféresis para su posterior manipulación en una sala blanca perfectamente acondicionada en el laboratorio.
De hecho, la Unidad de Hematología del Hospital Universitario Virgen del Rocío fue la primera de España en realizar con éxito en octubre de 2018 la primera infusión de linfocitos T reguladores que se practicaba en España para el tratamiento de la enfermedad injerto contra receptor.