La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un grupo de personas que, presuntamente, estaban extorsionando a usuarios de páginas web de contactos. Las primeras gestiones policiales permitieron acreditar los hechos y evidenciar el modus operandi utilizado.
En primer lugar, los investigados publicaban anuncios falsos en la red haciéndose pasar por chicas para establecer encuentros sexuales. Una vez que los usuarios contactaban, se establecía una comunicación a través de mensajería instantánea o por vía telefónica con el objetivo de obtener información sobre ellos. Transcurridos unos días, los miembros del grupo criminal llamaban por teléfono a las víctimas haciéndose pasar por el jefe de las chicas y exigiéndoles grandes cantidades de dinero por haberles hecho perder el tiempo.
Los arrestados tomaban constantes medidas de seguridad para dificultar la investigación policial.
Para ello, captaban "mulas" a través de redes sociales y operaban a través de sus cuentas bancarias evitando que se les vinculara con ellas. De esta forma, a cambio de pequeñas cantidades de dinero, se valían de cuentas bancarias a nombre de terceras personas y era en éstas donde las víctimas ingresaban -mediante bizum o transferencia- el dinero procedente de las extorsiones.
Por último, extraían inmediatamente el dinero y lo ingresaban en cuentas de bitcoin, o bien lo revertían en el tráfico fiduciario para blanquearlo o gastarlo.
Finalmente, los agentes realizaron la explotación de la operación en dos fases. En la primera arrestaron al principal investigado (que ha ingresado en prisión provisional) y realizaron el registro de su domicilio, fruto del cual intervinieron 15 móviles, más de 100 tarjetas telefónicas, ordenadores, 7.500 euros en efectivo y un vehículo de alta gama.
La segunda fase se centró en la detención de las "mulas" que, en connivencia con los miembros de la organización, ponían a su disposición las cuentas bancarias de las que eran titulares. A los investigados se les imputan 20 hechos delictivos, y la cantidad defraudada asciende a más de 350.000 euros.