Los barcos de arrastre y artes menores, 34 en total, mantuvieron el tipo y compensaron el parón de los de cerco, que llegaron a estar hasta dos meses sin salir. Gran parte de la pérdida acumulada obedeció a los primeros meses de la pandemia, con una bajada notable en la captura de la sardina, que equilibró el aumento en la del boquerón y del pulpo, según ha explicado a Onda Cero el hermano mayor de la Cofradía marbellí, Manuel Haro.
El trabajo se ha recuperado en los últimos tres meses hasta estar ahora mismo, señala Haro, en niveles de un año normal, aunque habrá que esperar a final de ejercicio para evaluar en condiciones el negocio hecho.