Capítulo III: La ilusión de un niño
Con Al Hombro conocemos algunas historias que se viven en las cofradías malagueñas
Redacción | Blanca Lara
Málaga |
Cada Jueves Santo la cofradía de la Misericordia sale del Perchel para realizar su estación de penitencia. Nuestro Padre Jesús de la Misericordia y Nuestra Señora del Gran Poder salen de su barrio muy acompañados de sus feligreses.
Hace unos años acudía a esa salida un hombre de la Junta de Gobierno de la Cofradía junto a su hijo. Los dos eran testigos de cómo poco a poco la procesión se iba formando, el pequeño, de corta edad, ese año no iba a realizar todavía el recorrido profesional, pero el padre se adelantó a los pensamientos de su hijo y le dijo: “El año que viene saldrás”.
Pasó un año y volvió a ser Jueves Santo. En esta ocasión, el niño, vestido de paisano, fue a la salida procesional acompañado de su madre porque su padre había fallecido meses atrás. El pequeño atento a todo lo que pasaba a la salida de la Cruz Guía, la sección de niño, de las velas, dijo en voz alta: “Si mi papá hubiera vivido yo estaría vestido de nazareno”.
Cerca de esta estampa estaba Emilio Bautista, sastre de la Semana Santa de Málaga, que ha realizado túnicas para varias cofradías. El artesano escuchó al pequeño y no lo dudo, lo cogió y lo llevo a su taller, vistió al pequeño de nazareno y lo incorporó a la procesión a la altura de la Alameda.