La rapidez y lo incisivo de los delanteros del Granada fue el factor determinante para que los locales superaran a la defensa malagueña y llegaran hasta la portería de Carlos Kameni. El meta camerunés, sin embargo, fue el gran escollo para los jugadores que dirige Abel Resino, ya que con sus paradas le negó el gol a los locales en varias ocasiones.
Nada más comenzar el segundo acto, el cuadro granadino se encontró con el tanto de la victoria. En un intento de despeje, el centrocampista del Málaga Ignacio Camacho marcó un autogol que definió el devenir del encuentro. A pesar de los cambios de Javi Gracia y las intentonas blanquiazules por darle la vuelta al marcador, los locales se llevaron los tres puntos y se reencontraron con la victoria tras encadenar tres derrotas y un empate en sus cuatro últimos partidos.