Esta actividad arqueológica preventiva se basará en el control de movimientos de tierras e incluye entre sus actuaciones la puesta en valor del trazado de la muralla medieval. Los trabajos abarcarán un ámbito de 5.400 metros cuadrados, desde el Pasillo de Santa Isabel hasta el cruce con la Calle Dos Aceras.
De esta forma, se espera favorecer el tránsito peatonal y la creación de una zona urbana para reducir el tránsito de vehículos y, así fomentar el uso del transporte público y sostenible