Bioparc Fuengirola abre al público su última fase: los mares, costas y selvas de Centro y Sudamérica, bajo los pasos de la primera vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano
Veintitrés años después, el centro de conservación malagueño completa su proyecto con una última ampliación de más de 2.800 m2, con una inversión de casi 10 millones de euros
En 1999, Rain Forest, empresa gestora de los BIOPARC, aterrizaba en Fuengirola para transformar el viejo zoológico de la ciudad. Eliminó las barreras y el cemento, e hizo desaparecer las jaulas, creando un parque de animales con espacios abiertos, simulando entornos naturales y garantizando el bienestar de los animales. En 2001, año en el que abría sus puertas, este nuevo bio-parque dio la oportunidad a los residentes y visitantes de la Costa del Sol de descubrir algo totalmente nuevo, la zooinmersión, una nueva forma de entender los parques zoológicos que permitió a los visitantes adentrarse en la biodiversidad de Madagascar, África ecuatorial, Sudeste asiático y las islas del Indo-Pacífico.
Hoy, veintitrés años después, Bioparc Fuengirola completa su proyecto con una última ampliación en la que recrea los mares, costas y selvas de Centro y Sudamérica; un área temática que se inspira en la histórica primera circunnavegación del mundo realizada por Juan Sebastián Elcano y los hombres de la nao Victoria.
Una inversión que supera los nueve millones de euros ha transformado 2.800 metros cuadrados convirtiendo a Bioparc Fuengirola en una auténtica experiencia para el visitante. Seis años de trabajo han permitido disfrutar del que será uno de los mayores acuarios de arrecifes de corales de Europa, una exposición permanente sobre la primera vuelta al mundo y decenas de nuevas especies amenazadas, incluidas en la Lista Roja de la UICN.
Este nuevo espacio se ha dado a conocer hoy, a través de un acto de inauguración al que han asistido el presidente de Rain Forest S.L., José Maldonado; el director de BIOPARC Fuengirola, Francisco de Asis García; el consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal; el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado; la alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula; la delegada territorial de Turismo de la Junta de Andalucía, Gema del Corral; o el director de Turismo y Planificación de la Costa del Sol, Antonio Diaz.
Una ruta de circunnavegación del globo a través de sus selvas tropicales, que se convierte en una experiencia inmersiva y educativa conectando Historia y naturaleza
Al igual que hicieron los exploradores españoles, esta ampliación permite a los visitantes descubrir la rica biodiversidad de los arrecifes, ríos y selvas de Centro y Sudamérica, promoviendo una mayor conciencia y aprecio por su conservación. Este nuevo proyecto posibilita visitar Bioparc Fuengirola con tres miradas diferentes: a través de las selvas del mundo, bajo los ríos de estas mismas selvas y siguiendo las huellas del viaje infinito de Elcano y Magallanes.
A la fauna y flora ya representada en el parque, se suma ahora la perteneciente a las zonas tropicales de Centro y Sudamérica, completando de esta forma una travesía por todas las selvas tropicales del mundo. Desde la profundidad del Amazonas hasta los densos bosques de El Congo.
El papel del agua en Bioparc Fuengirola era y es esencial. Hasta el momento, un completo circuito de agua compuesto por rías vivas y cascadas garantizaba el bienestar de todas y cada una de las especies que protege y alberga el parque. Pero, ahora, la vida dentro de estos ríos cobra un protagonismo especial. Un espacio de acuarios de agua salada redescubre al visitante la vida marina con decenas de tipos de anémonas y corales y los peces e invertebrados propios del arrecife. A estos se suman acuarios y rías de agua dulce que acompañan al visitante durante todo el recorrido.
El diseño de estos casi tres mil metros cuadrados, amplían la extensión completa del parque a 22.000m2 y reproduce con precisión estos hábitats naturales, ofreciendo una experiencia inmersiva y educativa que conecta la Historia con la naturaleza en un recorrido por arrecifes, salas de navegación, un gabinete de curiosidades, acuarios amazónicos, una zona de coloridas bromelias y un gran aviario de catorce metros de alto en el que, a través de cenotes colapsados y un túnel de visión subacuática, el visitante llega a una pirámide maya a tamaño real.
Conjunto arquitectónico con esencia museística
Seis años de trabajo han convertido a esta ampliación en un espectacular conjunto arquitectónico con una gran esencia museística. Una obra de arte que ha sido posible gracias al trabajo de arquitectos, expertos en recreación naturalista, escultores, pintores e interioristas, con la ayuda de veterinarios y biólogos. Nuevamente y siguiendo la línea que marca el diseño de todo el parque, el hormigón ha sido modelado y pintado para construir y recrear árboles y piedras artificiales, que conviven de forma armónica con elementos naturales.
En el interior del nuevo edificio, las diferentes salas que contienen los acuarios recrean el ambiente y conocimientos del S XVI. Desde la plaza de entrada al edificio, marcada por una gigantesca esfera armilar, y por los mapas cosmológicos de Nebra y Copérnico, el visitante se interna en el siglo que alumbró el Renacimiento siguiendo la estela de los navegantes españoles. La ambientación de pinturas la fresco, elementos de navegación y decoración propia de la época, alegorías al viaje y la reproducción de los primeros globos terráqueos realizados en torno al descubrimiento del Nuevo Mundo, se completa con una Cámara de Curiosidades, un gabinete donde los objetos más desconocidos e inquietantes de la época se recopilaban para su estudio científico. Una arquitectura inspirada en el juego de arcos del genial Piranesi completa el recorrido por el interior; un recorrido que nos lleva, a través del túnel subacuático de un templo maya hundido, sobre el que nadan gigantescos peces amazónicos, hasta el exterior de los cenotes mayas. Allí, frente a la espectacular pirámide
de Muyil, rodeados de ríos donde nadan especies extrañas y sorprendentes, una selva repleta de aves y monos americanos nos llevará a través del Xibalbá, el inframundo maya, a un curso de agua rodeado de cascadas donde el visitante tendrá un encuentro con las nutrias gigantes del Amazonas.
Con esta fusión entre Arte y naturaleza, Bioparc Fuengirola pretende fascinar a las personas que visiten sus instalaciones, emocionarlos y hacerles proteger y conservar a la biodiversidad. A través del recorrido por la ampliación, será posible contemplar decenas de nuevas especies amenazadas que se incorporan a la colección zoológica que ya alberga el parque de animales malagueño, elevando esta a casi 300 especies.
La biodiversidad de Centro y Sudamérica
Con la apertura de los ecosistemas americanos, Bioparc Fuengirola se suma a la participación de nuevos Programas de Especies en Peligro coordinados por la EAZA como, por ejemplo, los titíes dorado y de Goeldi, el saki de cara blanca, el perezoso, la nutria gigante, el conuro de garganta azul, el pavón muitú, la tucaneta verde, la paloma perdiz jamaicana o el tití emperador, entre otros. Todos ellos, convivirán en un aviario de 14 metros de alto y 1.100 metros2, sin barreras y a los que los visitantes podrán contemplar de cerca, sin tocarlos.
Junto a ellos, guardan su espacio, animales tan amenazados como el conocido ajolote. En las aguas de los diferentes acuarios y rías, el visitante puede descubrir peces payasos, damiselas, peces cirujanos, caesios, antias, arapaimas, pirañas o diferentes especies de rayas.