La provincia de Málaga registró los días 29 de octubre y 13 de noviembre pasados, sendas danas que provocaron inundaciones y daños en infraestructuras y caminos, además de dejar un fallecido, en concreto, un ciudadano británico de 71 años que residía en el término municipal de Alhaurín de la Torre.
Después de poco más de dos meses desde que se produjeran estos fenómenos naturales, todavía se trabaja en la restauración de los daños. Por ejemplo, la Junta de Andalucía comienza hoy los trabajos de reparación y mejora para la defensa frente a las crecidas del río Guadalhorce, de la carretera A-7057 de Cártama. A esta actuación en el Valle del Guadalhorce se suma otra que está a punto de finalizar en la A-43 de Álora. Esta semana concluyen los trabajos de drenaje trasversal de la vía, que también ha sido reforzada para paliar futuros daños por lluvias torrenciales o inundación.
En total, son casi 900.000 euros los destinados a ambas actuaciones y que se incluyen en los 4.547.000 euros que la Consejería de Fomento ha destinado a la provincia de Málaga para obras de emergencia por la DANA del 29 de octubre.
Respecto a la segunda DANA, se han destinado casi dos millones de euros a obras de emergencia en Campillos, Ronda, Coín, Málaga, Antequera, Álora y Carratraca. Estas obras se iniciaron el pasado 18 de noviembre de 2024, con un plazo de ejecución de cinco meses. En un segundo lote correspondiente a la segunda DANA se destinan 1.697.000 euros para arreglos y mejoras en numerosas carreteras de Casabermeja, Vélez-Málaga, de Moraleda de Zafayona (Granada) a Viñuela, Colmenar, Olías (Málaga), Cómpeta, Algarrobo, Sayalonga, Canillas de Albaida y Torrox.
Las obras se iniciaron el 22 de noviembre y tienen un plazo de ejecución de cinco meses, con un nivel de ejecución medio actualmente del 25%.
Otra cuestión a tener en cuenta es si las ayudas prometidas desde el Gobierno central y la Junta de Andalucía han llegado a los municipios y a los habitantes damnificados por la dana. Los tres regidores consultados denuncian en Más de Uno, que los Ayuntamientos están todavía esperando la llegada de las inyecciones económicas prometidas desde las administraciones central y autonómica.