Motril (Granada) es una de las entradas para las personas que emigran de África a España y Europa. El puerto motrileño se ha convertido en el destino de una de las principales rutas migratorias.
En este punto aún se espera mejorar las infraestructuras para acondicionar el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE). Un lugar ya criticado por sus pésimas instalaciones.
Escucha aquí el relato de quienes han podido llegar con vida a este destino en busca del país de los sueños.
Los 55 inmigrantes rescatados de una patera en Motril | EFE
Motril es una de las puertas de entrada para las personas que emigran de África a España y Europa. Muchas son las familias con menores que tratan de quedarse en ciudades como Granada. Familias que no lo tienen fácil y que, en multitud de casos, están abanderadas por madres.
Luis Gómez Quesada es jurista y presidente del grupo de menores y grupos de familia del Colegio de Abogados de Granada. Muchas de las familias que llegan en patera al puerto motrileño están encabezadas por mujeres y se ven obligadas a sufrir riesgos mayores tanto en la preparación del viaje, en la travesía -al emprender el camino sin ayuda- como en la llegada a destino.
Quesada explica que es fundamental ampararlas en destino pues la falta de regularización de su situación y el idioma se erigen como principales trabas.
Essmail Chakir es presidente de la ONG Amigos de Marruecos. Ante los micrófonos de Onda Cero nos relata las dificultades de estas mujeres y madres que llegan a la costa tropical con la intención de buscar un presente mejor. La burocracia y la dificultad de regularizar su estado en Europa conlleva a hacer peligrar, inclusive, la custodia de sus hijos.
UN VIAJE EN PATERA
La Universidad de Granada acoge en estos días unas jornadas de derecho y asilo abanderada por la ONGAmigos de Marruecos con representantes y autoridades púbicas llegadas desde toda Europa. Una ONG abanderada por jóvenes marroquíes que viven en Granada y Jaén. Como Essmail. Él tiene 23 años. Llegó desde Dajla a Canarias en patera hace aproximadamente cinco años.
Su objetivo: buscar un futuro y ayudar a quienes se ven obligados a hacerlo desde su país. En su patera había menores de edad no acompañados. Nos asegura que "el viaje de una persona migrante es duro y aporta mucha más edad de la que tienes". El lugar de origen nunca se olvida. Y el lugar de destino, tampoco. "Es un antes y un después".
Según nos explicar Omaima, asesora jurídica de Amigos de Marruecos, en Granada, son cerca de veinte familias marroquíes las que tratan de encontrar una oportunidad en la provincia. El día a día es un auténtico reto sobre todo para ellas.