Este estudio abanderado por la doctora Loreto Mendoza, demuestra que muchas de las mujeres víctimas de la violencia de género padecen síntomas de la menopausia, tienen mayor riesgo de tener enfermedades de trasmisión sexual, dolor pélvico crónico o dolor generalizado y trastornos mentales y psicológicos. Además, sufren mayor riesgo cardiovascular y mayor riesgo de padecer osteoporosis, así como trastornos sexuales.
Se trata de un estudio en el que han participado de manera voluntaria mujeres víctimas de la violencia de género. La doctora cuenta que el mayor obstáculo con el que se ha encontrado a la hora de citar a las mujeres para dicha investigación, ha sido la dificultad psicológica que tienen para revivir las experiencias personales "que han sufrido", ya no solo por lo vivido, sino por "las barreras administrativas" que se les ha puesto posteriormente. "Me costaba mucho que confiasen en mí y viniesen a mi consulta".
Debido a la exposición al estrés crónico mantenido que supone esta situación de violencia, el estudio ha demostrado que tienen peor calidad de vida, mayor sintomatología en la menopausia, riesgo de insuficiencia ovárica prematura y en muchas ocasiones se ha adelantado la menopausia hasta veinte meses.